Autor/es: Obed Juan Vizcaíno Nájera
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(Mateo 11:25-30)
Te doy gracias Padre,
Señor del cielo y la tierra,
porque nos diste el conocimiento
que no tienen todos aquellos
que se creen sabios y entendidos.
A los sencillos y humildes,
pobres y olvidados,
miraste con gran amor,
esa ha sido tu voluntad.
El verdadero camino al cielo
es para quienes sirven,
quienes aceptan el yugo
de humildad y solidaridad.
Todas las cosas en el cielo
y en la tierra me fueron dadas,
para entregársela a ellos y ellas
a los más desposeídos de la tierra.
Quien quiera conocer al Hijo
debe conocer a mi Padre,
a través de mi conoceréis
camino, verdad y vida,
vengan a mí.
Les revelaré a Dios mismo,
manifestado en mí,
Creador con rostro humano,
tierno y de amor inagotable,
Emmanuel.
Vengan a mí los cansados,
decepcionados y abandonados,
los sin techos y sin pan,
desplazados y refugiados,
quienes no tienen esperanzas.
vengan a mí,
les daré sentido a sus vidas,
propósito y razones verdaderas
por las cuales vivir y luchar,
descansarán de sus afanes,
cargas y temores.
Vengan a mí,
aprendan mi ejemplo,
soy manso y humilde de corazón,
paradigma eterno y fiel,
sean imitadores de mí,
que mi luz se refleje en ustedes,
Vengan a mí.
Te alabo Padre,
Señor del cielo y de la tierra,
has mostrado a los sencillos
cosas escondidas por tiempo
a sabios y entendidos,
ocultaste a orgullosos
y poderosos tu sabiduría.
Has puesto en los pobres
tu mirada misericordiosa,
deshaces los planes a los engreídos,
derribas a reyes y jerarcas,
exaltas a los humildes,
llenas de bendiciones
a los humildes,
a ricos y orgullosos dejas
con las manos vacías,
el yugo que nos pones es fácil,
la carga que nos has dado
es ligera,
has mostrado a los sencillos
las cosas que escondiste
de sabios y entendidos.
¡Te alabo Padre,
Señor del cielo y de la tierra!
Rev. Obed Juan Vizcaíno Nájera
Maracaibo –Venezuela
5 de Julio 2017.